Fernando Leal — Cátedras

N.B. Este blog no funciona como una página de internet. Las informaciones se ordenan cronológicamente tal como se van subiendo.
Por ello es importante consultar el Archivo del Blog (del lado izquierdo) a fin de ver lo que el blog contiene.

martes, 24 de marzo de 2009

Textos recientes subidos a Moodle

Como prometí en la sesión anterior, he subido a Moodle los dos artículos de Guillermina Jasso que comenté: "Distributive justice and earned incomes", sobre cuya base de datos empíricos se construyó el modelo teórico que ella llama la función de evaluación de la justicia, y "How I became a theorist", en el que narra el proceso cognitivo que lo llevó de una cosa a la otra.

Igualmente he subido las partes de los libros sobre gasto público (Tanzi & Schuknecht 2000, Higgs 1987) a que haré referencia en la sesión próxima este viernes 27 de marzo.

jueves, 12 de marzo de 2009

El libro de Homans

A la página de Moodle he subido el libro
  • Homans, George C. (1961) Social behavior: its elementary forms. Nueva York: Harcourt, Brace & World.
en que se formuló una teoría de las formas elementales de la conducta social y como parte de ella un modelo teórico de la justicia distributiva.

En la página de Moodle encuentran ustedes el libro de Homans en la sección 3 ("Bibliografía y recursos"), subsección "Justicia", bajo el nombre socialbehaviorit00homa.pdf con un tamaño de aproximadamente 20 megabytes. Lo pueden bajar sin ningún problema. (Yo lo bajé de http://www.archive.org, en donde se encuentra también el libro Sentiments and activities del mismo autor. Este es otro método para bajar el libro de internet.)

El libro de Homans es importante por dos razones:
  1. Presenta una teoría en el sentido fuerte de la palabra, es decir un conjunto de proposiciones ordenadas deductivamente. Por lo tanto, sirve como ejemplo de lo que es una teoría en ciencias sociales.
  2. Las hipótesis que se pueden deducir de esa teoría han jugado un papel crucial en la investigación posterior sobre los sentimientos de justicia e injusticia y las conductas que se desprenden de ellos.
Nota. Hay una segunda edición de 1974 del libro de Homans, corregida y aumentada, en la que su autor añade un modelo teórico del poder en situaciones de grupo pequeño que estaba ausente en la primera edición. Hoy se aplica a estos fenómenos etiquetas como "micropolítica del poder", y se han vuelto de moda; pero tengo dudas acerca de que los modelos normalmente utilizados sean tan claros y precisos como los que formuló Homans. Desgraciadamente el libro, hasta donde he visto, no se encuentra disponible en internet.

martes, 10 de marzo de 2009

¿Qué es una bibliografía razonada?

Uno de los asistentes a la cátedra me escribe que desea hacer como trabajo final (para obtener los créditos correspondientes que acordó con su coordinador de programa de estudios) una bibliografía razonada, y me pregunta, como pedí en la primera sesión que hiciera quien tuviera interés, en qué consiste este tipo de texto.

Antes que nada, la frase "bibliografía razonada" traduce la expresión francesa bibliographie raisonnée, la cual se usa en el original a menudo.

¿Qué es una bibliografía razonada? Por lo pronto, no es una simple bibliografía, es decir no es una simple lista por orden alfabético de los libros relevantes a un área de investigación. Para poder hacer una bibliografía razonadas, se deben saber al menos cuatro cosas:
  1. cuáles son todos los textos relevantes al área o al menos los más importantes dentro de ella (eso obviamente implica poder justificar el separarlos de los textos que se juzgan pertenecientes a otras áreas)
  2. cuál es el orden cronológico en que fueron escritos tales textos
  3. cuáles son las conexiones de lectura e influencia entre los textos (con otras palabras, quién leyó a quién, quién cita o deja de citar a quién, quién fue influenciado por o influenció a quién)
  4. de qué manera o maneras pueden los distintos textos clasificarse
Por lo tanto, para hacer una bibliografía razonada es necesario saber distinguir entre áreas de estudio relacionadas pero distintas, así como haber leído todos los textos relevantes a un área o bien haber leído lo suficiente de ellos (acaso sus resúmenes o abstracts) como para haberse hecho al menos una idea de lo que contienen. Gracias a esa idea es que es posible responder razonadamente a las preguntas anteriores. Las bibliografías razonadas se construyen por eso lentamente. La culminación se alcanza cuando se consigue una clasificación apropiada (que no es solamente una clasificación de los textos, sino que lo es del área misma, ya que esta área está constituida en primer lugar justamente por dichos textos).

Ahora bien, hay grados de sofisticación en una bibliografía razonada:
  • Las bibliografías razonadas más simples contienen una especie de introducción general, justificando por qué se ha definido el área como se lo ha hecho y por qué se la ha clasificado como se lo ha hecho, y después de ello las fichas bibliográficas, absolutamente precisas (incluyendo lugar de publicación original, referencia a traducciones o extractos de ella) para cada título, acomodadas en la clase o subclase a la que pertenecen según la clasificación previamente justificada.
  • Más completas son aquellas en que, además de lo anterior, se inserta después de cada título un resumen de cada obra (más o menos breve o larga según su peso relativo dentro del área), mostrando así el lugar preciso que ocupan en ella, es decir suimportancia, significado, aportaciones.
  • Finalmente, las mejores bibliografías razonadas son aquellas en que, además de los dos aspectos anteriormente descritos, contienen breves ensayos intercalados por los que se establecen las conexiones de cada texto con los otros, con su subclase, y de las subclases entre sí.
Espero que estas indicaciones basten. Si se quieren ejemplos de bibliografías razonadas, el camino más fácil es teclear la expresión francesa bibliographie raisonnée dentro de algunas de las principales bases de libros digitalizados que existen en internet, p.ej.

http://www.archive.org
http://gallica.bnf.fr
http://books.google.com

También se puede buscar directamente en internet utilizando algún buscador, pero eso es más laborioso, ya que hay muchas cosas irrelevantes, e incluso ejemplos en que la expresión francesa bibliographie raisonnée se utiliza sin el rigor debido.

Aviso sobre barullo en clase

Me he enterado que hay un grupo de personas que durante las sesiones de la cátedra se colocan en el pasillo atrás del auditorio y hacen mucho barullo, interrumpiendo con ello a quienes quieren escuchar y participar en la sesión. Esto es claramente inadmisible, por lo que desde ahora voy a tener que pedirles a todos los asistentes que o bien pasen a sentarse en las butacas o bien permanezcan fuera del auditorio. Les ruego me eviten la pena de tener que echarlos fuera durante la sesión.

Lecturas para el viernes

He subido cinco artículos que voy a discutir en la próxima sesión:
  • Homans, George C. (1953) Status among clerical workers. Human Organization 12: 5-10. [Versión reimpresa en el libro colectivo Sentiments and attitudes del mismo autor.]
  • Adams, John Stacy (1963) Toward an understanding of inequity. Journal of Abnormal and Social Psychology 67: 422-436.
  • Blumstein, Philip W. & Eugene A. Weinstein (1969) The redress of distributive injustice. American Journal of Sociology 74(4): 408-418.
  • Emerson, Richard M. (1976) Social exchange theory. Annual Review of Sociology 2: 335-362.
  • Jasso, Guillermina (1978) On the justice of earnings: a specification of the justice evaluation function. American Journal of Sociology 83(6): 1398-1419.
Notarán ustedes dos cosas:
  1. Son artículos breves o al menos relativamente breves (Homans 6 páginas; Adams, 14 páginas; Blumstein & Weinstein, 10 páginas; Emerson, 27 páginas; Jasso, 21 páginas).
  2. A primera vista alguien que no haya leído del tema no adivinaría que se está hablando de un mismo tema: los conceptos de estatus, inequidad, injusticia e intercambio no parecen en absoluto equivalentes. Esto les muestra que para saber cuáles son las palabras clave en una búsqueda bibliográfica hay que saber un poco del tema.
Lo que pretendo hacer este viernes es mostrar cómo hay que leer estos artículos y cómo están conectados entre sí. Por ello, sería bueno que se registraran en la página de Moodle que indiqué en mi mensaje anterior (http://cyberpanoptiko.salonesvirtuales.com), descargaran los textos y les echaran un vistazo en preparación a la discusión de la cátedra.

lunes, 9 de marzo de 2009

Moodle

A manera de prueba, uno de ustedes ha abierto una página del organizador de cursos Moodle, en el cual he subido cinco artículos que planeo comentar en la sesión del viernes. El vínculo para pasar a la página creada por César Torres Nabel es

http://cyberpanoptiko.salonesvirtuales.com/

La idea es que todos los asistentes a la cátedra se registren para que puedan acceder directamente a todos los documentos, en vez de pasar del blog a la página iFile.it, como habíamos venido haciendo hasta ahora. Otra razón es que inexplicablemente esta página elimina los archivos sin avisar. Moodle es una herramienta muy poderosa que en principio podría facilitar la comunicación, por lo que les ruego a todos que se registren en ella. Las instrucciones para hacerlo están en http://ifile.it/93cmib2, aunque espero que sea la última vez que usamos iFile.it. Gracias y cualquier problema, por favor no dejen de comunicármelo a mí o bien a César en 7nab.hd@gmail.com.

jueves, 5 de marzo de 2009

Teoría y marco teórico IV

Salvador Gómez Nieves comenta lo siguiente:
  1. Doctor, primero lo felicito por la manera tan amena y familiar como nos plantea los vericuetos por los que un estudiante o un investigador atraviesa en el diseño de su plan de una investigación (en especial la estructura lógica tripartita). En segundo termino deseo conocer su opinión sobre una inquietud que surgió en la tercera sesión y que se refiere a cómo un alumno o investigador puede detectar teorías más verdaderas (o poderosas), de tal manera que le permitan comprender la realidad más objetiva y sustentar mejor su investigación, si muy a menudo nos percatamos de la actitud dogmática de algunos de los “científicos” sociales al no demostrar lo que afirman, ni mucho menos presentar en sus trabajos un cierto grado de contrastabilidad o falseabilidad (en términos popperianos). Existen razones suficientes para decir esto, sólo basta remitirse a los numerosos trabajos relacionados con la retórica de la sustentabilidad y aquellos estudios realizados bajo la óptica del psicoanálisis, por poner algunos ejemplos.
  2. Creo que la gran diferencia entre lo que hacemos en la ciencias sociales con lo que se desarrolla en el campo de la física, es que los científicos de esta última disciplina no sólo predicen con un alto grado de certeza (tal como lo dijo un profesor participante de la sesión pasada), sino que por lo general demuestran convincentemente lo que afirman.
  3. Por lo anterior, considero importante reflexionar sobre el problema de la demarcación, para que todo mundo sepa distinguir entre lo que es ciencia y lo que no es ciencia. Desde mi punto de vista, el tema de la filosofía de la ciencia no lo considero infructuoso ni debe perderse en lo abstracto, cualquier estudioso tiene que saber “¿Qué es esa cosa llamada ciencia?”, (como el titulo de la popular obra de Chalmers). ¿Para qué sirve?, ¿cómo se construye?, ¿cuál es su producto? y ¿qué es lo que le da rigor científico al conocimiento?, no sólo para sustente teóricamente de mejor manera su trabajo de investigación sino también para que lo engañen. No hay que olvidar que los científicos son también docentes -y autores de textos- que influyen mucho en los alumnos.
  4. Aclaro que estoy consciente que el conocimiento científico no es el único que tiene que consultar un alumno o investigador, tampoco tiene la verdad absoluta, incluso es falible aunque también es corregible, por eso es el saber más confiable que tenemos los humanos.
  5. Cabe traer aquí lo que llegó a decir, hace tiempo, el Premio Nobel de Química, 1995, Mario Molina: “No sólo los científicos deben saber de ciencia. Es preciso que todos los mexicanos sepan al menos lo fundamental, para que le tengan respeto al saber y no sólo al hacer”.
  6. Disculpe por lo largo de mis comentarios, pero me gustaría conocer su opinión al respecto.
Pongo números a este comentario para que sea más fácil rastrear lo que digo en respuesta:
  • No quisiera oponerme totalmente a la discusión sobre la demarcación entre lo que es ciencia y lo que no lo es (#3); pero ella resulta infructuosa cuando se la discute en abstracto, quiero decir: sin conexión detallada con algún problema específico y los esfuerzos colectivos particulares que se han llevado a cabo para intentar resolver ese problema. Las ingeniosísimas propuestas sobre cómo hacer la demarcación, desde las de Bacon y Descartes hasta las de Reichenbach y Popper, no han conducido sino a debates interminables. (Esto creo que es un hecho documentable.) Yo me inclino por un camino diferente: discutamos un problema particular (o una familia de problemas, un área de estudio, un grupo de métodos y resultados) y preguntémonos qué tan bien se ha resuelto (o desarrollado).
  • Los ejemplos de la sustentabilidad o del psicoanálisis (#3) son muy relevantes, sin duda; pero no me parece que ninguno de los dos temas pueda despacharse fácilmente, y sobre todo: sin entrar en los detalles. Yo soy tan impaciente con las habladurías como el que más; y en esas áreas que mencionas hay mucho de ellas. Pero quisiera dar el beneficio de la duda a quienes estén dispuestos a discutir despacio y con calma las cosas. (Tal vez el discurso sobre la sustentabilidad como el discurso psicoanalítico no sean científicos, y su interés o utilidad estén en otro lado. Con todo, doy en pensar que incluso en ese caso todavía podríamos distinguir discursos mejores y peores.)
  • Lo importante, creo, en cada caso es tratar de conocer las preguntas, hipótesis, modelos, métodos y resultados de un área de estudio (de la física a la sociología) o de una subárea (p.ej. la fonología del georgiano o el estudio de la sincronización cerebral), y sobre la base de ese conocimiento discutir los alcances y límites de lo que se ha hecho hasta ahora y lo que falta por hacer.
  • Por lo demás, estoy completamente de acuerdo en lo que dice Mario Molina (#5). De hecho, hay una trilogía magnífica que sobre este tema (la necesidad de que haya una cultura científica en la población en general) ha escrito Marcelino Cereijido (La nuca de Houssay, edición argentina 1990; edición mexicana, 2000, FCE; Ciencia sin seso, locura doble, Siglo XXI, 1994; Por qué no tenemos ciencia, Siglo XXI, 1997). Recomiendo calurosamente su lectura a todos.
  • Me preocupa un poco la concesión que haces acerca de que "el conocimiento científico no es el único que tiene que consultar un alumno o investigador" (#4). Si lo que quieres decir es que la ciencia no es lo único interesante que hay en el mundo, estoy de acuerdo. (De hecho, la mayoría de las actividades humanas no son científicas, y ello no las disminuye ni desvirtúa.) Pero si lo que quieres decir es que para hacer una investigación científica conviene recurrir a conocimiento no científico, entonces no estoy seguro de entender el sentido y alcance precisos de esa afirmación.
  • Por lo demás, muchas gracias por tus amables palabras y el estimulante comentario.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Sobre la sesión del viernes 6 de marzo

Este viernes 6 de marzo trataré de llevar un control mayor sobre el tiempo, para no abusar de su atención y dejar más lugar a las preguntas. En particular, trataré de hablar no más de 45 minutos (digamos, de 5:15 a 6 p.m.); luego tendremos preguntas por otros 45 a 50 minutos. Poco antes de las 7 p.m. daré por concluida la sesión para que los interesados puedan pasar al auditorio Silvano Barba González, donde tendrá lugar la presentación de mi libro Ensayos sobre la relación entre la filosofía y las ciencias, que salió a la luz en enero de este año, y que creo ser relevante para los temas de la cátedra. Les recuerdo que los presentadores son:
  • el Dr. Víctor Manuel Alcaraz Romero, psicólogo y neurofisiólogo dos veces Premio Nacional y actualmente Director del Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología
  • el Dr. Eduardo Ibarra Colado, sociólogo y expero en teoría de las organizaciones, jefe del Departamento de Estudios Organizacionales de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa
  • el Dr. José Manuel Favila Márquez, lógico e investigador educativo, Jefe de la Unidad de Internacionalización del CGCI de la Universidad de Guadalajara
Como podrán ver, el evento será interdisciplinario, que no es algo muy usual. Están pues todos cordialmente invitados a asistir a la presentación así como al brindis que tendremos al final de ella.

Tanto este libro, como el anterior a él, de carácter más lúdico y general, mi Diálogo sobre el bien, estarán a la venta en esta ocasión. Esto tiene cierta importancia, ya que, como todos ustedes saben, hay enormes dificultades en la distribución de los libros publicados por la Universidad de Guadalajara.

Teoría y marco teórico III

Anónimo comenta sobre teoría y marco teórico lo siguiente:
  1. Quedó claro lo que señala con su ejemplo de investigación personal sobre Bertolt Brecht. Si entendí bien, en la pregunta usted utilizó un marco teórico sociológico, seleccionando partes de la teoría feminista. En la hipótesis utilizó un marco teórico lingüístico, seleccionando partes de la teoría de la sintaxis oracional. En la prueba utilizó un marco teórico matemático, seleccionando partes de la teoría de la estadística y probabilidades.
  2. Por supuesto, hay varias teorías sociológicas. Usted tomó una, feminista, y dentro de ella la parte que hablaba sobre machismo en la lengua.
  3. También, hay muchas teorías lingüísticas, usted tomó una de ellas y dentro de ésa, lo que se decía de la sintaxis.
  4. Finalmente, en la prueba tomó una teoría matemática y, de ella, la de la Estadística.
  5. Es interesante notar que hay como un camino desde teorías que parecen menos duras hasta la rigurosa matemática.
  6. ¿Será que las preguntas surgen más en las disciplinas menos duras?
  7. Pero bueno, un comentario que no alcancé a hacer en la conferencia es el siguiente.
  8. Entendí que había una dualidad en cada vaso comunicante de la investigación. En el vaso de la pregunta había dos marcos, uno empírco y otro práctico, pero ambos sociológicos (por seguir con su ejemplo de Brecht) y así en los otros dos.
  9. Sin embargo, me pareció que falta mencionar un cuarto elemento: el resultado.
  10. Si la primera parte, la pregunta, tiene marcos sociológicos, la segunda lingüísticos y la tercera matemáticos. El resultado, como en un retorno, entiendo que tendrá consecuencias no en la lingüística ni en la matemática (que fueron más bien instrumentos) sino en la Sociología y, dentro de ella, en el marco teórico y en la Teoría de la que surgió la propia pregunta.
  11. Siendo así ¿No podemos decir que de los tres marcos teórico-empíricos es el primero, el de la pregunta, el que le da el carácter a la investigación y que es el marco teórico y la teoría de la pregunta la que acaba siendo "afectada"?
  12. Dicho de otro modo: la investigación científica será significativa para la ciencia dentro de la cual (en una de sus teorías) lancemos la pregunta. Las ciencias que que nos aporten marcos teóricos en la hipótesis y en la prueba sólo serán utilizadas pero no enriquecidas.
  13. Al final de su investigación sobre Brecht usted aportó algo a la Sociología pero no a la lingüística o la matemática.
  14. Por otro lado, su definición de teoría me parece muy parecida a la de sistema.
  15. Espero haber sido claro y perdón por abusar del espacio y de su tiempo.
He numerado las partes de este comentario para facilitar la referencia en lo que sigue:
  • No conozco la respuesta a la pregunta 6. Sería una cuestión empírica para el historiador y sociólogo de la ciencia. Personalmente sospecho que no es correcto. Tal vez se piense que sí lo es por creer que las disciplinas duras tienen más preguntas que respuestas. Pero mi impresión es que tampoco esto es verdad. En todo caso, es mi opinión nada más; y no sé de alguien que haya investigado la cuestión (suponiendo que sea posible cuantificar estas cosas).
  • Muy aguda la observación 9. Dije en mi exposición que el diseño de prueba arroja resultados teóricos y empíricos, pero no lo comenté para el ejemplo que aduje; pero el argumento 11-13 no me parece correcto. Veamos la cosa en partes.
  • Ciertamente los resultados de aquella juvenil investigación se aplicaban antes que nada al marco teórico (del empírico no dije nada, pero lo había) de la pregunta de investigación; por lo tanto, eran, como dice Anónimo, resultados sociológicos y más particularmente dirigidos a la teoría feminista.
  • Sin embargo, había otros resultados que eran más bien lingüísticos, en la medida en que toda cuantificación (y lo que yo hice fue cuantificar sintagmas en cientos de oraciones) somete la sintaxis a pruebas muy duras y surgen dudas más o menos importantes para la teoría sintáctica. Este tipo de investigación ha llevado incluso (aunque no en mi caso, pues era yo solamente un joven estudiante) a plantear propuestas teóricas nuevas en lingüística (p.ej. las teorías orientadas a construcciones, las propuestas emergentistas o las basadas en el desempeño en tiempo real o en corpora reunidos para este efecto).
  • Finalmente, aunque mi investigación no tuvo ninguna ramificación matemática, la historia de la estadística muestra que de investigaciones empíricas (con pregunta e hipótesis no matemáticas) han surgido modificaciones importantes a la teoría (tal fue el caso, notablemente, de las investigaciones empíricas de un Roland Fisher o un William S. Gosset, el famoso "Student" de los libros de texto).
  • Nada pues impide que los resultados de un diseño de prueba conduzcan a modificaciones de las teorías utilizadas en cada una de las partes de la investigación (o incluso a la invención de teorías nuevas), si bien es verdad que eso no va a ocurrir en todos los casos.
  • Me parece que a priori no hay nada que incline la balanza en una dirección o en otra. Otra sería la pregunta empírica: como un asunto de hecho bruto, ¿es o no es el caso que la mayoría de las investigaciones arrojan resultados primariamente para las teorías utilizadas en la pregunta de investigación? Habría que hacer la investigación para decidirlo.
En cuanto al último comentario, de que mi definición de teoría sería muy parecida a la de sistema, yo diría, para hablar en la (anticuada, pero cómoda) terminología de la lógica tradicional, que sistema es el género y teoría es la especie. Un sistema se define como un conjunto de elementos y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, los números naturales son un sistema; pero los números naturales no constituyen una teoría. La aritmética es la teoría de ese sistema; y es también ella misma un sistema, susceptible de ser estudiado por otra teoría (una rama de la metamatemática). Con una palabra, todas las teorías son sistemas, pero no todos los sistemas son teorías.

Muchas gracias por el comentario, y de ninguna manera has abusado de este espacio. Al contrario, para eso es. Y nada me ayuda más para aclarar mis propias ideas que el planteamiento de preguntas y conjeturas.

Teoría y marco teórico II

Jorge escribe el siguiente comentario:
  • Muchas gracias por la ampliación del comentario, Dr. Leal. Es un asunto importante el que señala. Muchas veces se tiende a pensar el marco teórico como una especie de “cajón” (quizás sugerido por la palabra marco) en la que cabe todo lo que no sean datos y que aparentan tener cierto grado de sofisticación verbal.
    La definición que ofrece de teoría es excelente. Quizás no haya otra que con tal economía indique lo esencial del término. Me quedé pensando, sin embargo, en la necesidad de agregar que una teoría es o permite explicaciones, como justamente insiste Homans en uno de los libros que amablemente subió a su blog y nos recomendó leer. Una teoría es o permite explicar fenómenos (muchos o pocos, de acuerdo al grado de generalidad que tenga). Me parece clave este rasgo de las teorías para no confundirlas con otra clase de sistemas de ideas con las que suele confundirse. Me gustaría conocer su opinión al respecto. Gracias de antemano.
En un sentido Jorge tiene toda la razón: ¿para qué querríamos una teoría (entendida como conjunto de proposiciones o como conjunto de modelos) si no para explicar algo? Las razones por las que no incluyo esta nota en mi definición (verdaderamente minimalista o minimista) de teoría son como sigue:
  • El concepto de explicación no está exento de controversias; antes al contrario, se presta para ellas. Testigo de esto es la famosa disputa que oponía comprender a explicar en la epistemología germánica del siglo XIX. Estas disputas, como todas las de su índole, son en mi opinión estériles. Creo firmemente que haremos progresos en la medida en que discutamos problemas y áreas de investigación específicas (como me propongo hacer, aunque sea brevemente, durante el resto de la cátedra). Es entonces que podremos plantearnos si en el caso de tal teoría estamos explicando o haciendo alguna otra cosa.

  • Como certeramente señaló en la sesión pasada el profesor de física teórica Vladimir Efremov, los físicos insisten desde hace mucho tiempo en que la marca de una verdadera teoría física no es la explicación, que en todo caso se refiere al pasado, sino la predicción, en particular la predicción exacta (es decir, cuantitativamente aproximada a n decimales) de fenómenos nuevos (es decir, no contemplados durante la constitución de la teoría). Algunos filósofos han alegado que esta no es una propiedad lógica, sino psicológica o sociológica, de las teorías físicas: el fundamento de la confianza de los físicos. Otra vez una discusión poco útil.

  • Hay teorías de las que no podemos decir claramente que es característico de ellas explicar. Así no queda claro que la geometría y la anatomía expliquen nada en el sentido de que proporcionen modelos causales (si bien es cierto que sin ellas p.ej. la mecánica o la fisiología no podrían construirlos). Sin embargo, me resistiría a decir que la geometría y la anatomía no son teorías.

  • En último término (como espero que vaya quedando claro), esto es un asunto terminológico: a qué queremos llamar teoría y por qué. Y los asuntos terminológicos no deben confundirse con los asuntos substantivos. Esta confusión sólo engendra logomaquias, pleitos sobre palabras, que están muy lejos del espíritu de la investigación científica.
A pesar de estas aclaraciones, cabe decir (y aquí es donde le doy toda la razón a Jorge) que en la mayoría de los casos que nos interesan en la investigación científica andamos buscando precisamente teorías explicativas (teorías que nos expliquen qué causa qué), y en ese sentido estrecho conviene no olvidar esta nota que Jorge propone. (En cuanto a Homans, no olvidemos que en su texto supone lo que se llama el modelo nomológico-deductivo de la explicación, el cual a su vez ha generado, como dicen los ingleses, mucho calor y poca luz.)

Alguien podría decir, finalmente, que para que una teoría merezca ese nombre debe ser susceptible de enfrentar a la experiencia, es decir generar hipótesis que podamos contrastar con datos empíricos. En parte tendría razón quien dijera esto, por cuanto, otra vez, en la mayoría de los casos que nos interesan en la investigación científica andamos buscando teorías contrastables. La razón de no incluir esa nota es que, con alguna frecuencia, los investigadores (desde la física hasta la sociología) utilizan teorías no contrastables, o al menos, no contrastables por ahora. Por qué ocurre esto y cuándo está o no justificado proceder así, es un asunto peliagudo que en mi opinión debe discutirse caso por caso. Espero tener ocasión de hacerlo a la hora de discutir los problemas y áreas particulares a los que debemos abocarnos a partir de la próxima sesión.