Fernando Leal — Cátedras

N.B. Este blog no funciona como una página de internet. Las informaciones se ordenan cronológicamente tal como se van subiendo.
Por ello es importante consultar el Archivo del Blog (del lado izquierdo) a fin de ver lo que el blog contiene.

domingo, 24 de mayo de 2009

Lugar de la sesión del 5 de junio

Me informan que la sesión del viernes 5 de junio no será en el auditorio Carlos Ramírez Ladewig, sino en el Silvano Barba González, que está justo a un lado de aquél. El horario será el mismo, de 5 a 8 p.m. Por allá los espero.

Plazo para entregar trabajo final

Para aquellos de ustedes que necesiten calificación y la quieran obtener mediante un trabajo final escrito, la última fecha para enviarlo a mi correo (fnd.leal@gmail.com) es el miércoles 17 de junio próximo.

Los que quieran presentar examen final, les pido que me lo indiquen a la brevedad posible (a más tardar en la sesión próxima del viernes 5 de junio) para acordar una fecha y hora de examen.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Próxima sesión de la cátedra

No había subido información sobre nuestra próxima sesión porque suponía ingenuamente que la emergencia sanitaria no impediría que nos viésemos este viernes 22 de mayo. Pero me acaban de informar que se ha decretado una regla por la cual debe haber al menos un asiento vacío entre cada dos asistentes a un auditorio. No existe en el CUCSH ningún auditorio que tenga el aforo suficiente para que sigamos esa regla (excepto el Salvador Allende, que resultaría absurdamente demasiado grande para nuestros propósitos y está probablemente apartado para otros de cualquier manera); ciertamente el auditorio Carlos Ramírez Ladewig no tiene el aforo requerido. Por si fuera poco, este auditorio no fue apartado (debido a un error en la cadena de comunicación) para nosotros sino hasta Abril (de esto fui avisado apenas ayer).

Por todo ello, les propongo que tentativamente nos veamos el viernes 5 de junio a la hora usual en el auditorio usual. Espero que para entonces la alarma haya disminuido y podamos usar el auditorio Carlos Ramírez Ladewig, el cual ya ha sido apartado por la oficina de Cátedras para nuestro uso en esa fecha. Dado que no estoy seguro de que podamos volver a reunir la concentración para continuar con el programa inicial, les sugiero que utilicemos esta sesión para los propósitos de recapitular lo que hemos visto a lo largo de la cátedra y responder a las preguntas y dudas que se susciten sobre los temas de ella o bien sobre la evaluación del curso. Por razones obvias, sería estupendo que las personas que no solamente deseen una constancia de asistencia a la cátedra, sino también la calificación que les permita obtener créditos para sus carreras o posgrados, utilicen el tiempo entre hoy 20 de mayo y el 5 de junio (poco más de dos semanas) para enviarme sus trabajos finales. De esta manera podríamos adelantar la evaluación e incluso hacer comentarios (impersonales y anónimos desde luego) sobre dichos trabajos y su calificación.

Aunque me había propuesto cubrir todavía dos áreas de investigación (la investigación sobre la lectura y la dislexia, y la investigación sobre el relativismo cultural, especialmente el lingüístico), el propósito del curso se ha cumplido. Lo que hubiera expuesto sobre esas áreas en clase no sería, desde el punto de vista metodológico de fondo, diferente a lo que ya he ilustrado con los ejemplos de las áreas que pudimos ver (justicia distributiva y social; crecimiento del gasto público y la intervención del estado en la vida civil; racionalidad e irracionalidad de los juicios y la toma de decisiones). En la sesión que propongo trataré de resumir esas enseñanzas, añadiendo un par de ideas que podrían resultar útiles y sobre las que he meditado en este moratorio forzado de la actividad académica provocado por la pandemia. Muchas gracias.

Duda sobre bibliografías razonadas

Por correo me han preguntado si existe un máximo o mínimo de títulos para hacer una bibliografía razonada a manera de trabajo final para este curso. Como creo que mi respuesta a esta duda podría interesar a otros, la repito aquí:

No hay realmente un mínimo ni máximo. Lo importante es el criterio por el cual se seleccionan los textos de la bibliografía. Los criterios más frecuentes (y que pueden usarse solos o combinados) son:
  1. Temático. Todo lo que hay escrito sobre un tema dado
  2. Cronológico. Todo lo que fue escrito en un periodo dado.
  3. Bibliotecario. Todo lo que existe en una biblioteca dada (o en una porción/sección de una biblioteca).
  4. Autoral. Todo lo que un autor (o un grupo de autores) escribió.
De esa manera, dependiendo del criterio una bibliografía razonada puede referirse a 50 títulos o a 5000, por decirlo así. Dado, sin embargo, que el trabajo debe ser breve, yo pensaría que si la bibliografía razonada va a ser puramente clasificatoria, entonces podría tener unos 50 títulos; pero si se va a comentar brevemente cada escrito, entonces no debería pasar de 10.

Hasta aquí la respuesta que di por correo electrónico. Para fijar las ideas doy ahora un ejemplo. Imaginemos que una de ustedes está haciendo su tesis sobre efectos de "enmarcamiento" (framing) en campañas electorales. Busca en las bibliotecas y bases de datos a su alcance y localiza 150 títulos (entre libros y artículos). Puede hacer una de dos cosas.
  1. Crear una bibliografía razonada que clasifique los títulos por temas, pero sin comentar ninguno de ellos, o a lo sumo p.ej. tres (los textos que todo parece indicar están en el comienzo de la tradición de investigación sobre framing en ciencia política). La bibliografía razonada contendrá entonces, digamos, máx. una cuartilla diciendo lo que hizo (es decir, cómo encontró y clasificó los títulos de la bibliografía), seguida de la clasificación y las fichas bibliográficas exactas y debidamente numeradas que caen bajo cada rubro. Para lo formal léase el ejemplo 1 de bibliografía razonada que puso César Torres en Moodle.
  2. Crear una bibliografía razonada que comente breve, pero enjundiosamente 10 de los 150 títulos. La selección de los textos a comentar debe hacerse con cuidado y teniendo claro el criterio de selección seguido: que son trabajos excelentes, multicitados, influyentes, decisivos, profundamente equivocados, o alguna otra razón de peso. La bibliografía razonada contendrá entonces, digamos, máx. una cuartilla diciendo lo que hizo (es decir, cómo seleccionó los títulos de la bibliografía), seguida de las fichas bibliográficas exactas, debidamente numeradas y acompañadas (con letra más pequeña) del comentario de su contenido o importancia para el tema. Para lo formal véase el ejemplo 2 de bibliografía razonada que puso César Torres en Moodle.

miércoles, 29 de abril de 2009

Respuesta a dudas

En Moodle aparecen dos dudas que respondo aquí por parecerme haber más probabilidades de que lo lean (en rojo la pregunta tal como aparece en Moodle):
  • Héctor Gutiérrez. Me quedó la duda del texto de Polanyi, que si bien no es propiamente una explicación sobre el crecimiento del Estado, sí creo que se puede extraer una hipótesis al respecto.
    Sobre todo si consideramos los problemas que ahí se plantean respecto al mercado autorregulado, y aquella cuestión de que tras la paz de 100 años, el Estado entra para reducir las fallas del mercado autorregulado, lo que podría explicar el crecimiento del Edo.

  • FLC: Para que lo que dices funcionase como hipótesis, habría que asociarla a las tendencias hacia arriba y hacia abajo en el gasto público. Así suelta, la explicación que reportas es demasiado general y no explica nada en detalle. Este puede ser problema de Polanyi o simplemente de tu manera de reportarlo.

  • Norbert Schwartz. Replanteo las preguntas, tratando de expresarme más claramente.
    Como ejemplo, menciono un experimento relativo a la hipótesis de la explicación evolutiva de la moral, y de ahí, paso a los casos revisados en la cátedra.
    A finales del año pasado, se publicaron resultados de experimentos con perros, donde se les daban premios diferentes antes las mismas conductas a perros, que podían verse entre si; y se observaban las modificaciones conductuales de los perros. La Doctora Range, que dirigió el estudio, afirmó que los cambios de conducta eran una muestra de que los perros sentían la injusticia, y que por lo tanto los perros tienen cierto sentido de justicia (“sense of fairness”).
    Y de hecho, en los noticieros que me tocó ver, se hablaba literalmente de la idea de justicia en los perros.
    Muchas de las críticas que se le realizaron a este estudio, fueron sobre el hecho de afirmar que los perros tienen el sentido de justicia, y se afirmó que en realidad era envidia.
    Estableciendo el paralelo, en los estudios psicológicos de los que nos habló, se habla de la emoción de la injusticia.
    Al seguir el paralelo, podría cuestionarse si en realidad los estudios psicológicos en humanos no están observando a la envidia en lugar de la injusticia.
    La pregunta metodológica, entonces, es, como se delimitan los criterios para decir hasta donde es envidia y desde donde es injusticia.

  • FLC: Me parece que se delimitan de la siguiente manera (dicho con toda brevedad): el sentimiento de envidia se refiere exclusivamente al caso en que alguien tiene más que yo. En cambio, el sentimiento de justicia, en su sentido ordinario se refiere (a) a casos en que alguien tiene menos que yo, (b) a casos en que yo no estoy en absoluto involucrado en el asunto, sino que percibo injusticia entre terceros, (c) a casos en que la diferencia entre lo que uno y otro obtienen, sea más o menos, corresponde a un criterio (standard) más o menos precisable, p.ej. la contribución que uno hace, el esfuerzo, el mérito, el haber llegado primero, etc. Es a esto a lo que nos referimos (ciertamente con vaguedad) cuando decimos que nos lo merecemos o que nos toca. Eso parece ausente de la envidia.

  • Norbert Schwartz (continúa). Pero la pregunta sobre estos parámetros metodológicos iniciales de la investigación se puede generalizar a otros casos, como el de la racionalidad. ¿Cómo se dictan los parámetros para determinar claramente qué es racionalidad y que no? ¿O de alguna manera se consideran obvios y se dejan implícitos?
    La pregunta metodológica general, es, ¿de donde salen los criterios para determinar los parámetros específicos de las definiciones iniciales? ¿quién los pone? ¿quién genera las definiciones? ¿quién verifica las definiciones, su coherencia con los criterios y la validez de los criterios?

    La segunda pregunta metodológica
    parte del hecho de que, para poder hablar de la justicia o de la racionalidad, y poder estudiarlas, se debe generar una definición previa: ¿no implica hacer trampa trabajar con una definición previa, que se trata de demostrar? ¿No se presta esto para generar amasamientos y sesgos en los estudios, al tratar de demostrar la definición de la cual se está partiendo?
    No se si el conflicto aquí es entre la preconcepción del estudio inductivo típico (generar una hipótesis a partir de observación de casos particulares) contra la verificación experimental de hipótesis pre-generadas en la observación de casos particulares
  • FLC: No hay trampa justamente porque los criterios (standards) utilizados para medir la irracionalidad son definidos previamente, sean ellos los de la lógica (tradicional o matemática), los del cálculo de probabilidades (en términos de frecuencias o de grados de creencia), la estadística, la teoría de la utilidad esperada, la teoría de precios. Es por ello que dediqué toda la primera sesión a hablar de las disciplinas normativas que se fueron gestando (en nuestra tradición) desde los griegos hasta el presente. Ellas son las que usamos como vara de medir las desviaciones con respecto a la racionalidad.

lunes, 27 de abril de 2009

Textos prometidos

En la sesión pasada les había prometido el vínculo para acceder al texto del libro de Meehl de 1954 sobre predicción clínica vs. predicción actuarial (cuya tesis explosiva es que la confianza que tienen los expertos en su capacidad clínica no tiene muy buena bases y que los datos actuariales, o sea estadísticos, son más confiables). Hélo aquí.

Además, uno de ustedes (Juan Carlos Joya Díaz) me ha pedido información sobre el o los artículos que tratan de la aparente equivalencia en eficacia del tratamiento psicoterapéutico hecho por profesionales y el de los no profesionales. La literatura parece extensa, pero he subido a Moodle (en la sección sobre Racionalidad e Irracionalidad) algunos de los artículos más representativos de la investigación que existe sobre la eficacia y efectividad de las psicoterapias:
  • Eysenck, Hans J. (1952) The effects of psychotherapy: an evaluation. Journal of Consulting and Clinical Psychology 16: 319-24.
  • Smith, Mary Lee & Gene V. Glass (1977) Meta-analysis of psychotherapy outcome studies. American Psychologist 32: 752-760.
  • Landman, Janet Tracy & Robyn M. Dawes (1982) Psychotherapy outcome: Smith & Glass' conclusions stand up under scrutiny. American Psychologist 37(5): 504-16.
  • Shapiro, David A. & Diana Shapiro (1982) Meta-analysis of comparative therapy outcome studies: a replication and refinement. Psychological Bulletin 92(3): 581-604.
  • Seligman, Martin E.P. (1995) The effectiveness of psychotherapy: the Consumer Reports study. American Psychologist 50(12): 965-974.
  • De Maat, Saskia, Jack Dekker, Robert Schoevers & Frans de Jonghe (2007) The effectiveness of long-term psychotherapy: methodological research issues. Psychotherapy Research 17(1): 59-65.
Se considera comúnmente que el artículo de Eysenck de 1952 es el punto de arranque de este tipo de investigación. Enormemente controvertido, concluía este artículo grosso modo que las psicoterapias no servían para nada. A partir del reto así lanzado por uno de los más prominentes psicólogos de la época (y de la segunda mitad del siglo XX), comenzaron a hacerse estudios particulares sobre la eficacia de las psicoterapias. El artículo de Smith & Glass de 1977 hace una síntesis de esos estudios mediante una técnica estadística para entonces muy nueva (el meta-análisis) y concluye contra Eysenck que las psicoterapias sí son efectivas, pero arroja dos resultados casi tan controvertidos como el de Eysenck: (1) que no hay diferencias entre una y otra psicoterapia, (2) que no hay diferencias entre expertos y no expertos psicoterapeutas. A partir de allí surge toda una industria de investigación en torno a estas cuestiones (palabras clave: psychotherapy outcome research, efficacy of psychotherapy, effectiveness of psychotherapy) que dura hasta nuestros días. Los artículos que subí a Moodle son una pequeña muestra (espero que no demasiado sesgada) del tipo de trabajos que se han venido publicando desde los 80. Todos los bajé de las bases de datos Ovid, Ebsco y ProQuest de la Universidad de Guadalajara, de manera que ningún interesado tendrá problemas para localizar más artículos sobre las psicoterapias y sus efectos. He subido también una pequeña bibliografía que un profesor norteamericano utiliza en sus cursos sobre el tema por si alguien quiere incursionar más a fondo en esto.

domingo, 19 de abril de 2009

Textos para la sesión del 24 de Abril

He subido a la página de Moodle los cuatro artículos que espero poder comentar durante la sesión del 24 de Abril:
  • Kahneman, Daniel (2003) A perspective on judgment and choice. American Psychologist 58(9): 697-720.
  • Gigerenzer, Gerd & Adrian Edwards (2003) Simple tools for understanding risks: from innumeracy to insight. British Medical Journal 327(7417): 741-744.
  • Westen, Drew, Pavel S. Blagov, Keith Harenski, Clint Kilts & Stephan Hamann (2006) Neural bases of motivated reasoning: an fMRI study of emotional constraints on partisan political judgment in the 2004 US Presidential Election. Journal of Cognitive Neuroscience 18(11): 1947-1958.
  • Caplan, Bryan (2002) Systematically biased beliefs about economics: robust evidence of judgemental anomalies from the survey of Americans and economists on the economy. The Economic Journal 112(479): 433-458.
Los encuentran en la sección correspondiente de la Cátedra (sección 3: Bibliografía y recursos, "Racionalidad e irracionalidad").  Es muy fácil y rápido bajarlos de allí.